Arquitecta de la UTEM realiza tesis doctoral en España investigando uso del cobre antibacterial en arquitectura sanitaria
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Paula Aillón, es arquitecta titulada el 2007 de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Máster en Construcción y Tecnología Arquitectónica de la Universidad Politécnica de Madrid, especialista en arquitectura hospitalaria y se encuentra estudiando el uso del cobre como mecanismo antibacterial para su tesis doctoral en la misma universidad española.
Durante el mes de mayo se trasladó a Chile, a la Escuela de Arquitectura de la UTEM, para realizar una estancia de investigación para la mención de Doctora Internacional, y poder vincular a ambas casas de estudio investigando sobre este tema apoyada por su tutora, la académica, Directora del Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial de la UTEM, María Eliana Pino.
Nos reunimos con Paula y su tutora para conversar sobre su paso por ambas instituciones, sus actuales desafíos profesionales, y esto fue lo que nos contaron.
¿Cuándo decides continuar tus estudios a nivel internacional?
Ejercí en Chile cinco años y me fui a especializar. Partí el 2012 a hacer el máster en Madrid, que era conducente a un programa de doctorado. Me lo planteé como un reto en todo sentido. Hice la parte documental, también tengo unos casos de estudio e hice una parte experimental, presenté para hacer una estancia de investigación para la mención de doctor internacional y postulé con un plan de investigación vinculando la Universidad Politécnica de Madrid con la UTEM. En este plan la Doctora Pino juega el rol de tutora y se vincula también al Decano de la Facultad de Ciencias de la Construcción y Ordenamiento Territorial, Víctor Hugo Poblete Pulgar, quien probablemente estará presente en mi comisión de Título.
¿Qué otros detalles nos puedes contar sobre el proyecto?
Se trata del uso del cobre como mecanismo antibacterial en arquitectura sanitaria, en formato de láminas. La idea es usar láminas de cobre. Estoy realizando casos de estudios en un hospital de Japón, en España en la Universitaria de Navarra y en la UCI del Hospital Universitario de Ceuta, y en Chile pienso visitar la Posta Central, porque es el caso más emblemático de Santiago. En estos lugares realizo una comprobación del uso del cobre y cómo se emplea. Todos los casos tienen en común se usa en formato sólido, un gran volumen de cobre para obtener resultados antibacteriales, pero la propiedad del cobre es superficial, entonces mi propuesta es poner micros de cobre y verificar si la carga bacteriana es tal con ese volumen de cobre.
Por su parte, la Doctora María Eliana Pino agregó que el objetivo es “conseguir el mismo resultado pero optimizando la cantidad. No estamos hablando de volúmenes, sino del procesamiento del material cobre. Es darle un valor agregado al material al generar un producto en vez de una materia prima”.
En cada lugar, ¿cuánto tiempo has trabajado?
Es una visita y una entrevista. En cada lugar tomo fotografías, tengo un listado de superficies, las documento, veo si es cobre al 100%, si es aleación, porque el cobre antibacterial es una familia de aleaciones que tienen cierto porcentaje de cobre, y de acuerdo se ve si es o no antibacterial. La idea es saber qué materialidad ocupan, cómo lo ocupan, dónde lo ocupan y luego averiguar la experiencia de los profesionales y de los pacientes.
¿Qué diferencias encontraste en cada lugar?
En Chile es de conocimiento común el cobre antibacterial, porque somos los productores mundiales del cobre, sabemos esa característica y tenemos todo este conocimiento. Pero ni en España ni en Japón es así. Entonces cuando yo voy a un hospital y le pregunto a un paciente, ¿pero por qué su camilla es distinta a la del lado?, no tienen idea que están siendo protegidos por un material que tiene una propiedad antibacterial.
¿Qué vinculación has generado a partir de tu investigación con otras entidades o estudiantes de pregrado?
Con estudiantes me gustaría hacer un conversatorio para poder contar que también se pueden hacer otras cosas. Pero no sólo yo, sino también otros arquitectos que han seguido el camino de la curiosidad. Estoy viniendo todos los días a la oficina de la Doctora y hacemos avances en investigación y gestión de los recursos para lograr la experimentación que queremos hacer. Estamos armando redes con la Universidad de Chile, con la Universidad Politécnica de Madrid y al interior de la UTEM. Además, estoy en contacto con la International Copper Association (ICA), red que me hace todos los vínculos para los casos de estudio en Chile y diferentes países.
Para ti, ¿cuál es el mayor aporte que genera tu investigación?
Empíricamente el ser humano tiene una historia en conjunto con el cobre para sanar heridas, para la tos, para hacer herramientas quirúrgicas. Después, está la otra parte, que la ocupan en sistemas agrícolas, por ejemplo para matar bichos, pero no estaba certificado el mecanismo. Es un poco incógnito el cómo actúa el cobre en la bacteria, pero actúa. Son aspectos que aún están en estudio.
Me imagino que la idea es aportar a la mejora en la vida de las personas.
Sí, al final pasa por eso, por poner este mineral donde está la gente con inmunodeficiencia, que son ciertas partes de los hospitales como las unidades de cuidado intensivo, y donde están los conglomerados de personas, donde se junta la gente que es donde hay más bichos, mas bacterias. Por eso también se ocupa en el Metro, hay otras ciudades que lo tienen en el carrito del supermercado, yo lo tengo en mi celular. O sea, que en el día a día de apoco se vaya incluyendo.
Paula, tú como ex estudiante, y usted Doctora como académica y Directora de Escuela, ¿de qué forma manifiestan la importancia de mantener un vínculo continuo con la UTEM?
Lo importante de decir aquí es que yo soy una arquitecta de la UTEM y que he elegido venir aquí a hacer esta estancia y generar los contactos para crear una red a futuro. Que esto tenga frutos y que sea vinculante, pudiendo abrir una línea de investigación y mantener un lazo eficaz y eficiente.
A mí me parece -indica María Eliana Pino- que esto es un círculo virtuoso que permite ir fortaleciendo espacios de interacción, donde nuestros ex alumnos presentan su experiencia, muestran todas las alternativas y reconocen el esfuerzo mutuo de hacer una arquitectura con sello propio, diferente a todas las otras escuelas existentes, y por tanto, abre un camino distinto, dándole mucha pertinencia a nuestro sello.
Nosotros encantados de recibirlos, compartir y que nuestros actuales estudiantes vean que somos una carrera nueva, con pocos egresados respecto al resto de las arquitecturas, pero sí existen, sí les va bien, y el que haya una búsqueda que ha sido efectiva y se sienten sólidos en la formación que han recibido, nos permite ver con optimismo el futuro y seguir trabajando.