Andrés Anguita, director Depto. Planificación y Ordenamiento Territorial UTEM: “Queremos aportar a las necesidades del país”

Autor: PEDRO BERHO F|
Con más de veinte años de trayectoria como arquitecto, luego de formarse como profesional en la UTEM hace ya casi tres décadas, el nuevo director del departamento comparte detalles sobre los proyectos actuales y futuros que desarrollan los/as académicos/as, y cómo buscan aportar desde la disciplina al contexto nacional en materia constructiva.

Vinculación con el medio, tecnología y sustentabilidad son algunos de los ejes principales, según el académico Andrés Anguita Díaz, que se desarrollan en el Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial a través de la investigación y la enseñanza de pregrado.

El también Doctor en Comunicación Visual en Arquitectura y Diseño, destaca que el trabajo colaborativo, la interdisciplina y las redes profesionales constituyen fortalezas del cuerpo académico del Departamento, y que la investigación aplicada es el sello de sus líneas de estudio.

En un escenario nacional que, según diversos expertos, presenta crecientes desafíos en materia de vivienda social y espacios públicos, el académico comparte su visión respecto de la realidad país, y cómo las universidades pueden contribuir a las necesidades territoriales locales.

¿Cuáles son las labores a las que se dedica el Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial?

– El Departamento es un eje fundamental para el desarrollo de la visión estratégica de la carrera de Arquitectura de nuestra universidad, en ámbitos como la investigación, la tecnología y la transferencia de conocimiento.

Los académicos e investigadores del Departamento desarrollan su disciplina y esos avances se transfieren al pregrado, particularmente a la carrera de Arquitectura y en el posgrado, principalmente en los programas de magister y doctorado de la facultad.

¿Qué proyectos se están realizando actualmente?

– Actualmente hay varios proyectos en curso. Entre ellos, destacan iniciativas tecnológicas como sistemas de fitodepuración de aguas, desarrollo de biomateriales y el proyecto Refugios Biourbanos, surgido del programa de Innovación y Transferencia en Arquitectura y Territorio (ITAT). Uno de los objetivos del Departamento es precisamente diversificar la investigación a través de programas específicos.

Paralelamente, trabajamos en la reconstrucción de viviendas afectadas por el incendio de Viña del Mar y desarrollamos un proyecto Fondecyt centrado en temas habitacionales. En resumen, abordamos principalmente áreas vinculadas a tecnología, sustentabilidad y medio ambiente.

¿Cuál es la proyección futura del Departamento?

– Nuestro objetivo es fortalecer las actuales líneas de investigación, avanzando desde proyectos específicos hacia programas consolidados adscritos al Departamento.

Estamos convencidos de que, como cuerpo académico, y con los programas que desarrollamos, podemos ofrecer un mayor grado de vinculación, así como servicios y aportes concretos al desarrollo de las comunidades.

¿Cuál es el sello del cuerpo académico del Departamento?

– Contamos con académicos provenientes de diversas disciplinas, muchos de ellos con grados de doctorado y magíster en distintas áreas de investigación. Hemos logrado generar redes internas que favorecen el surgimiento de temas innovadores, donde convergen disciplinas que no suelen trabajar juntas.

Esto ha permitido una dinámica experimental que se ha transformado en una de nuestras principales fortalezas, posibilitando nuevas líneas de investigación. Por ejemplo, la combinación de tecnologías con urbanismo da origen a propuestas interdisciplinares, en un entorno caracterizado por la diversidad, la colaboración y una constante apuesta por la innovación a través de la investigación aplicada.

¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades de la arquitectura en el contexto nacional?

– En Chile persisten desafíos estructurales difíciles de abordar por múltiples factores. Uno de ellos es el crecimiento exponencial de las ciudades, generalmente impulsado por el mercado privado, lo que ha generado un déficit de espacios públicos y equipamientos, como se observa en muchas comunas.

También enfrentamos un déficit habitacional persistente. Muchas personas aún carecen de vivienda, y el parque inmobiliario requiere constantes inversiones, especialmente debido a eventos como terremotos.

A esto se suma el desafío de la sustentabilidad y la necesidad de construir ciudades más accesibles. Creo que actualmente la arquitectura tiene tres focos principales: responder al déficit habitacional, generar espacios públicos de calidad y avanzar hacia ciudades más sustentables y eficientes. Estas dimensiones deben abordarse de manera articulada para construir mejores ciudades.

¿Cómo aporta la universidad a la solución de estos desafíos?

– La universidad impulsa constantemente la creación de redes de colaboración en los ámbitos público y privado, desde la perspectiva de la vinculación con el medio.

Esto es fundamental, porque no basta con tener ideas e investigaciones: para que estas se implementen, es necesario generar vínculos, contar con recursos y despertar el interés de las instituciones involucradas. Nuestro propósito es precisamente aportar a las necesidades del país.

En este sentido, consideramos que el camino a seguir implica ampliar las posibilidades de internacionalización, consolidar redes públicas y privadas, y mantener un compromiso activo en el ámbito de la vinculación territorial y social.

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