Proyecto de Arquitectura UTEM desarrolla refugio urbano para el cuidado medioambiental

Autor: PEDRO BERHO F|
La iniciativa -seleccionada en el Concurso IDeA I+D 2023, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID)- contribuye al cuidado del clima y de la biodiversidad urbana.

“Refugios Biourbanos: Modelo para un enfoque integral de evaluación de efectividad de soluciones basadas en la naturaleza para el diseño urbano sensible al agua, como estrategia de adaptación al cambio climático”, es el nombre del proyecto de Arquitectura UTEM cuyo objetivo principal es el diseño de un modelo de refugio para el cuidado y resguardo humano, de la biodiversidad y del clima.

Este proyecto busca -en sus orígenes- pensar en el cierre hidrológico del ciclo del agua frente a la creciente escasez hídrica que enfrenta la Región Metropolitana y toda la zona central de Chile. A este escenario, debemos sumarle también las problemáticas vinculadas a la adaptación, el cambio climático y la resiliencia frente a eventos extremos de calor que van en aumento”, explica la directora del proyecto, Rosa Chandía Jaure, académica del Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial.

El concurso IDeA I+D ANID tiene como propósito apoyar el cofinanciamiento de proyectos de investigación y desarrollo de carácter científico, para el desarrollo de tecnologías que puedan convertirse en nuevos productos, procesos o servicios, con la posibilidad de generación de impactos productivos, económicos y sociales. En este contexto, “Refugios Biourbanos” se sitúa como un proyecto de investigación aplicada, con un fuerte componente de colaboración, asociatividad y vinculación.

En el contexto del cambio climático, donde se ha generado una ebullición global, donde sabemos que las ciudades producen calor con sus materiales de hormigón, de asfalto y de piedra, los que generan lo que se conoce como efecto de isla de calor, este proyecto busca crear un refugio para el clima, un lugar donde las personas y la biodiversidad puedan encontrar un resguardo de las altas temperaturas del verano. Y, ¿Cómo se hace esto? Estudiando las lógicas del agua, estudiando las lógicas del espacio público y de la forma de la ciudad, que es lo que estamos haciendo en esta iniciativa”, detalla Andrés Cataldo Cunich, director alterno del proyecto y académico de Arquitectura UTEM.

Vinculación, sustentabilidad e innovación

El proyecto “Refugios Biourbanos” es una instancia que nace del trabajo colaborativo entre la Universidad Tecnológica Metropolitana en conjunto con la Universidad Central a través de sus proyectos Aguas de Barrio y Jardín Biodiverso, respectivamente. Mientras que el primero, busca generar un modelo integral de intervención para la gestión de aguas lluvias en la ciudad con participación ciudadana, el segundo desarrolla investigación, docencia y vinculación con el medio desde la experimentación interdisciplinar con modelos de asociaciones vegetales nativas de la zona central de Chile.

Nosotros trabajamos con algo que se llama diseño urbano sensible al agua, el que se basa en diseñar estratégicamente la ciudad y sus formas para poder entender el agua y sus ciclos de modo de poder incluirla y aprovecharla. Este diseño urbano de refugios climáticos tiene como eje principal, la capacidad de gestionar los distintos tipos de agua, para poder evaluar cómo estos mejoran el clima urbano, en relación a la vegetación, a la biodiversidad y al uso humano. De esta manera, trabajamos en tres aristas específicas, que tiene que ver con el clima, la biodiversidad y con la calidad del agua”, detalla Cataldo Cunich.

“Refugios Biourbanos” se desarrolla a través de diferentes redes de colaboración institucional para potenciar la vinculación y co-creación de conocimientos interdisciplinares que potencien las acciones sostenibles. El proyecto tiene, además, a la Municipalidad de Santiago a través del Fondo de Agua de Santiago como entidad asociada, y al Parque Metropolitano de Santiago, el Gobierno de Santiago y la SEREMI de Salud de la Región Metropolitana como colaboradores.

Lo valioso de esta iniciativa es que nos permite construir prototipos que podemos evaluar y medir en un área controlada, desde el ámbito donde combinamos el quehacer de la arquitectura, con el diseño y con la observación, desde una perspectiva científica para poder validar la efectividad de las soluciones que estamos planteando. Esto constituye un insumo para un área disciplinar de la arquitectura que está en proceso emergente en Chile, donde nosotros como Escuela de Arquitectura UTEM, estamos haciendo un aporte bastante innovador respecto del quehacer de otras escuelas”, recalca Rosa Chandía Jaure, directora del proyecto.

La instancia comenzó a desarrollarse en junio de 2023 y tiene previsto una duración de dos años. Actualmente, se encuentra en una fase inicial de prototipo donde se ha iniciado el proceso de implementación y puesta en marcha de los equipos de trabajo de los diferentes organismos que participan, además de la formulación de convenios de colaboración para formalizar el trabajo colaborativo interinstitucional.

Concretamente, a partir de la realización de este proyecto esperamos obtener una mejora en la calidad del agua para devolverla al ciclo hidrológico. Buscamos que el agua se demore en llegar a la tierra y a la infiltración, de modo que podamos captarla, canalizarla y retenerla en los espacio públicos para poder aprovecharla y producir un mejor clima. De este modo, lograremos tener agua de excelente calidad para las personas, y también un refugio con espacios para el buen vivir, lugares donde las especies vegetales y animales puedan desarrollarse, y donde se sostenga el espacio de biodiversidad”, concluye Cataldo Cunich.

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