El 18 de octubre fue la fecha en que inició el estallido social en Chile, momento propicio para que muchos vieran en esta instancia, la oportunidad para dialogar y aportar desde sus diversas profesiones e intereses, al cambio que todos y todas demandan en las calles. Es lo que le sucedió, por ejemplo, a muchos arquitectos y arquitectas en distintas áreas de la profesión, quiénes se preguntaron “qué hacemos ahora”, lo cual surge, probablemente, de la costumbre de hacer proyectos y solucionar problemas.

Es lo que nos cuenta Monserrat Costas, arquitecta y docente UTEM, quien junto a Constanza Ipinza, también arquitecta y docente de la Escuela de Arquitectura de la USACH, pensaron en cómo podrían contribuir a este cambio, generando espacios de reflexión y opinión, en torno a aquellos temas que tienen que ver directamente con el descontento social y en los cuales, además, los arquitectos y arquitectas tienen algo que decir.

Fue así como con esta idea en mente, surgieron los coloquios entre ambas universidades, los cuales incluyeron a miembros de los cuerpos docentes de ambas escuelas, con el objetivo de generar lazos entre las escuelas y sus estudiantes, a fin de posibilitar una relación más fluida que tienda a una comunidad o red.

Según Monserrat Costas, docente de la Escuela de Arquitectura de la UTEM, “esto último nos parece, junto a Constanza, que es una oportunidad que podría ser muy beneficiosa para las dos partes, y que podría darse de forma más o menos natural, pues ambas universidades, son, de alguna manera primas-hermanas: las dos son estatales públicas; la UTEM es tecnológica, mientras que la USACH trae la tradición de la UTE, la antigua Universidad Técnica del Estado, con lo cual ambas tienen un foco puesto en el hacer y el cómo hacer; y, finalmente, el perfil de los estudiantes de ambas universidades es bastante similar en cuanto a, por ejemplo, sus intereses por las problemáticas sociales. Así que nos pareció que podía ser una buena oportunidad para propiciar esa posible relación entre las dos escuelas y entre los estudiantes”.

Hasta mediados de enero se han realizado cuatro coloquios, los cuales trataron las temáticas de segregación urbana, el derecho a la vivienda, los espacios educativos (referido a la infraestructura educacional) y de la oficina y autogestión en la práctica profesional de la arquitectura, el cual tiene que ver con el ámbito privado de la profesión, con cómo las oficinas privadas de arquitectura consiguen encargos, entre otros.

Además, Monserrat destaca que “hemos tenido muy buenos invitados e invitadas externos/as a las escuelas de la UTEM y de la USACH, como Liliana de Simone, Luis Valenzuela, Mónica Bustos, Eduardo Zenteno, Francisca Castillo, Alejandro Soffia, Inmobiliaria Zivo, Sebastián Mery, Zenobia Arquitectura, Úrsula Exss, Claudia Torres, Fundación Patio Vivo, entre otros, y hemos tenido también el apoyo de los docentes de las escuelas, tanto como participantes de los coloquios, como moderadores, lo cual ha sido muy enriquecedor también para las conversaciones que se han desarrollado”.

Los coloquios se han realizado alternadamente en las Escuelas de Arquitectura de la UTEM y de la USACH, abordando temas relacionados con la arquitectura y su rol en la sociedad, dirigidos en primer lugar a estudiantes y docentes de ambas casas de estudio. “Pero la invitación siempre está abierta para que pueda llegar cualquier interesado en estos temas. Las puertas están completamente abiertas, pues lo que se busca justamente es generar reflexión, escuchar distintas opiniones, y propiciar el diálogo entre las distintas partes de la sociedad”, enfatiza Costas.

Los coloquios retomarán sus sesiones en marzo o abril de 2020, con un evento al mes, por lo que se espera llegar a los 10 coloquios en el año académico. Entre los temas que tratarán las próximas reuniones estarán el urbanismo feminista, pobreza energética, zonas de sacrificio y preexistencias, entre otros temas.